Albio Tibulo es uno de los grandes poetas de la elegía romana. Horacio, amigo suyo, lo hace crítico de sus sátiras, protagonista de una de sus odas y destinatario de una bellísima epístola. Ovidio lo imita con adoración, lamenta no haber tenido ocasión de conocerlo y llora, dolorido, su muerte. Domicio Marso afirma que Tibulo es a la elegía lo que Virgilio a la epopeya. Para Quintiliano, es el mejor elegiaco latino. También Marcial muestra admiración y respeto. Igualmente Estacio, Apuleyo…
Gracias a la amistad de Horacio, podemos sentirlo muy cerca de nosotros. Este es el retrato, elaborado por un buen amigo: elegante y de figura agraciada, culto y bueno, elocuente y querido por todos. Sin duda, fue un hombre sensible y enamorado, muy enamorado.