Sexto Propercio nace en Asís, acaso entre los años 48 y 46 a. C. Ya en Roma, forma parte del círculo de Cayo Mecenas, confidente y consejero del emperador, e importante impulsor de las artes, al cual dedica con entusiasmo dos elegías. También le dirigirá dos elegías a César Augusto. Fue muy amigo de Virgilio y de Ovidio, y vivamente elogiado por ambos.
El motivo fundamental de sus elegías es su amada Cintia. Siguiendo la lectura de sus versos, tal vez sea posible dibujar una línea, cuyo valor, claro, es meramente imaginado. Acaso en el año 29 a. C. se conocieron. Sus relaciones duraron todo ese año y finalmente aparecieron las desavenencias y entraron en discordia. En el 20 a. C. muere Cintia, a quien dedica una de las más bellas elegías fúnebres: inter complexus excidit umbra meus («su sombra se perdió entre mis brazos»).