Antònia Hernández, hija de Bonaventura Hernández Sanahuja, primer director del Museo Arqueológico de Tarragona, nos explica los hechos relacionados con el hallazgo, por parte de unos presidiarios, de un supuesto sarcófago egipcio, en marzo de 1850, en la cantera del puerto de Tarragona.
Hernández Sanahuja emitió un informe en el cual afirmaba que los motivos del sarcófago demostraban la presencia de una primitiva civilización egipcia en España: los hicsos, quienes construyeron las primeras murallas de Tarragona.
Emil Hübner, un reconocido arqueólogo alemán, declaró en 1862 que el sepulcro era una falsificación. Hacia 1870 Hernández cambió algunas de sus ideas iniciales. Finalmente, quemó todos los ejemplares de su publicación y tiró al mar los fragmentos del sepulcro que habían quedado en Tarragona.